Ingeniería
Robot para inspeccionar cables de sujeción
Los cables tensores de puentes colgantes, los cables de los ascensores, los de los teleféricos, y otros cables con funciones parecidas, están sometidos a una gran tensión estructural. Por esta razón, su fiabilidad funcional debe ser vigilada a menudo. De esos cables penden, literalmente, las vidas de las personas que circulan por las alturas. Un nuevo robot es capaz de reptar por cables de este tipo e inspeccionarlos lo bastante minuciosamente como para detectar fisuras antes siquiera de que resulten visibles y antes de que se conviertan en un peligro.
El robot FluxCrawler repta, despacio pero con seguridad, por el cable, aunque deba hacerlo en vertical. A medida que avanza con movimientos similares a los de una oruga, escanea la superficie de acero y detecta si tiene defectos de cualquier tipo.
El singular robot, diseñado por un equipo de investigadores del Instituto Fraunhofer de Ensayos No Destructivos (IZFP por sus siglas en alemán) en Alemania, está pensado para supervisar con regularidad el estado de cables de puentes colgantes, ascensores, grúas, funiculares, y telesillas en estaciones de esquí. Estos chequeos son vitales, ya que el desgaste derivado de la gran tensión estructural que dichos cables soportan, así como los eventuales efectos de la intemperie en ellos, significa que hay que hacer trabajos de mantenimiento en cada tramo que lo vaya necesitando conforme transcurre el tiempo.
Mediante un test magnético, el robot no solamente identifica pequeñas fisuras en la superficie de los cables, sino que también reconoce grietas más profundas. Este proceso expone al cable a un campo magnético que sufre una "perturbación" en caso de existir un defecto.
A diferencia de los dispositivos tradicionales de inspección magnética, que sólo pueden trabajar con cables de un grosor determinado y que a menudo son incapaces de localizar el ángulo exacto de un defecto, el robot FluxCrawler trabaja con cables de muy diversos diámetros. El robot, que mide unos setenta centímetros de largo, escanea las superficies cilíndricas girando alrededor del cable. Un imán permanente impide que el robot se desprenda del cable y se precipite al vacío. A la vez, este imán permanente genera la magnetización requerida para efectuar mediciones. El robot puede inspeccionar cables con diámetros que van de los cuatro a los veinte centímetros.
El equipo de Jochen Kurz del IZFP está cooperando con el Instituto Carnot de Francia en el desarrollo de algunas mejoras para el robot, y ya hay un puente en Alemania que está siendo inspeccionado por un robot de este tipo.
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