Entomología
Un raro insecto, antes desconocido, podría ofrecer una pista sobre el origen de las pulgas
Un insecto extraño y diminuto (2 milímetros) ha sido descubierto en la Isla del Príncipe de Gales, Alaska. La nueva especie forma parte de un enigmático grupo que podría servir a los científicos para conocer mucho mejor el nebuloso origen de las pulgas.
El hallazgo lo han hecho Derek Sikes y Jill Stockbridge, de la Universidad de Alaska en Fairbanks, quienes han presentado ya una descripción científica del animal.
Cuando alguien, como en el caso de estos científicos, se topa con un animal que no sabe identificar, un paso previo fundamental antes de poder afirmar que se trata de una especie desconocida para la ciencia, es asegurarse de que no pertenece a ninguna de las especies conocidas de su grupo aparente. La tarea se puede hoy en día agilizar notablemente gracias a internet. En el caso de la nueva especie, una foto digital y recurrir a Facebook permitió que diversos entomólogos le echaran un vistazo e hicieran sus diagnósticos. Como es lógico, muchas de las valoraciones estaban marcadas por las dudas o incluso eran erróneas. Sin embargo, un entomólogo, Michael Ivie, de la Universidad Estatal de Montana en Estados Unidos, reconoció al raro insecto como un miembro del género Caurinus, del cual solo una especie era conocida previamente. A partir de aquí, el trabajo se aceleró y por fin se pudo concluir que el insecto es de una especie de la que no se tenía conocimiento.
Caurinus tlagu, que es el nombre que se le ha dado al animal, es un insecto herbívoro.
Junto con la única otra especie existente del género Caurinus, la denominada Caurinus dectes, pertenece a un grupo cuyo origen se remonta a 145 millones de años atrás, en tiempos del Jurásico.
El origen de las pulgas no está muy claro. Animales muy similares a ellas, a los que se podría considerar antepasados de la pulga moderna, ya tenían, al parecer, los mismos hábitos esenciales que ésta en tiempos de los dinosaurios. De hecho, esos supuestos ancestros, diez veces más grandes que las pulgas modernas, y con una picadura también más fuerte, parasitaban a dinosaurios.
Otro aspecto llamativo de las pulgas es su formidable capacidad para saltar. Superadas tan sólo por otro insecto, el que posean este rasgo demuestra que evolutivamente ha sido lo bastante importante como para que se haya conservado. Esta característica, unida a su forma de alimentarse succionando sangre de sus víctimas, nos da un perfil peculiar y casi inconfundible de esta criatura.
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