Neurología
Descubren un circuito cerebral que mitiga la ansiedad y el miedo
La estimulación de un circuito cerebral particular ubicado en una estructura cerebral que normalmente está asociada al miedo produce el efecto contrario: Su actividad, en vez de generar ansiedad o incrementarla, la mitiga.
Éste es el hallazgo que ha hecho un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos.
En el estudio, el Dr. Karl Deisseroth y sus colegas emplearon ratones para mostrar que estimular la actividad exclusivamente en este circuito aumenta en los animales la disposición para arriesgarse, mientras que inhibir la actividad de dicho circuito los hace más renuentes a arriesgarse. Este descubrimiento podría conducir a nuevos tratamientos para los trastornos de ansiedad.
Los investigadores lograron identificar este circuito particular gracias a una tecnología de vanguardia en el campo de la optogenética, un campo basado en la combinación de técnicas ópticas y genéticas y que ya ha proporcionado a los investigadores un control sin precedentes sobre circuitos cerebrales de animales de laboratorio. Gracias a la técnica empleada en este estudio, el equipo de Deisseroth ha logrado discernir unos de otros a los complejos circuitos que componen el cerebro, de modo que los ha podido estudiar por separado.La ansiedad es una enfermedad psiquiátrica común pero de la que la ciencia médica conoce poco. Más de una de cada cuatro personas, en el transcurso de su vida, experimenta episodios de síntomas de ansiedad lo bastante largos e intensos como para merecer ser clasificados como trastorno psiquiátrico. Además, la ansiedad es uno de los ingredientes del caldo de cultivo del que surgen bastantes otros trastornos psiquiátricos importantes, que van desde la depresión hasta el alcoholismo.
Los medicamentos más modernos contra la ansiedad basan su funcionamiento en suprimir la actividad en el circuito cerebral que genera ansiedad o incrementa los niveles de la misma. Muchos de estos fármacos tienen una eficacia modesta, y otros que sí son muy eficaces presentan por desgracia importantes efectos secundarios. El hallazgo de un circuito cerebral cuya acción es reducir la ansiedad, en vez de aumentarla, podría ser el primer paso hacia una nueva estrategia farmacológica encaminada a tratar la ansiedad de un modo más ventajoso para el paciente.
Irónicamente, el circuito contra la ansiedad identificado en el nuevo estudio se encuentra dentro de una estructura cerebral, la amígdala, que desde hace tiempo se sabe que está asociada con el miedo. Por lo general, estimular la actividad nerviosa en la amígdala aumenta la ansiedad. Así que probablemente habría sido difícil, sino imposible, localizar el circuito antiansiedad si no hubiera sido por la optogenética.