Psicología
Idealizar al cónyuge puede reforzar la relación en vez de conducir al desencanto
La sabiduría popular dice que si uno idealiza a la persona con la que se va a casar, cuando descubre que no es perfecta, la decepción socava la atracción hacia esa persona y puede poner en peligro la relación. Pero una nueva investigación desafía esa suposición: Los sujetos de estudio que idealizaban más allá de la realidad a su pareja, tres años después de casados estaban más satisfechos con su matrimonio que quienes la idealizaban menos.
Para el estudio, se reclutó a 222 parejas cuando tramitaban los documentos para su boda en el ayuntamiento de Buffalo, Nueva York.
Los participantes respondieron encuestas sobre sí mismos, sobre su pareja, y sobre su matrimonio cada seis meses durante tres años.
El equipo de Sandra Murray de la Universidad de Buffalo examinó lo que la gente dijo sobre cómo deseaba que fuese su pareja ideal, la forma en que describieron a su pareja real, y cómo ésta se describió a sí misma. Los investigadores clasificaron a partir de esto cuán idealista, y cuán realista, era la percepción de cada persona.
Algunas personas eran demasiado idealistas, mientras que otras tenían una percepción más realista y objetiva de su cónyuge. Por ejemplo, digamos que Isabel describe a su pareja ideal como atlético e inteligente, pero no necesariamente muy creativo. Su esposo, Eduardo, es inteligente y creativo, pero no es muy atlético. Si Isabel lo describe como más atlético de lo que en realidad es, entonces ella lo está idealizando más allá de la realidad.
El caso es que el análisis de datos reveló, contra todo pronóstico, que las personas que idealizaron a su pareja más allá de la realidad fueron más felices en los siguientes tres años que las que la idealizaron menos.
Las causas de esto no están claras.