Medicina
¿El DDT, causa oculta del espectacular auge de la obesidad?
El DDT y algunos otros compuestos químicos a los que una bisabuela de alguien fue expuesta durante el embarazo, pueden promover un incremento espectacular en la propensión de la persona a desarrollar obesidad, aún cuando dicha exposición no haya tenido continuidad a través de las generaciones subsiguientes. Así resume el hallazgo Michael Skinner, profesor de la citada universidad y fundador de su Centro de Biología Reproductiva. Él y sus colegas han documentado sus conclusiones en la revista académica BMC Medicine, de Biomed Central.
Cuando el equipo de Skinner expuso ratas gestantes al DDT, no se apreció ninguna alteración en las tasas de obesidad en las madres ni tampoco en la primera generación de sus descendientes. Sin embargo, la enfermedad se desarrolló en más de la mitad de machos y hembras de la tercera generación. Los investigadores creen que el insecticida puede estar afectando a la manera en que se activan y desactivan ciertos genes en los descendientes del animal expuesto al DDT, incluso aunque sus secuencias de ADN permanezcan sin cambios.
![[Img #16338]](upload/img/periodico/img_16338.jpg)
A esto se le llama herencia epigenética transgeneracional. En años recientes, el laboratorio de Skinner ha documentado efectos epigenéticos provocados por numerosos compuestos, incluyendo plásticos, pesticidas, fungicidas, dioxinas, hidrocarburos y el plastificante denominado bisfenol A (mencionado también a menudo como BPA por sus siglas en inglés).
Sin embargo, subraya Skinner, la influencia aparente del DDT sobre la obesidad es mucho mayor que la atribuible a otras sustancias investigadas por su laboratorio.
Pese al cese en el uso del DDT, parece que en la población de los países donde ya no se utiliza pero se utilizó, los descendientes (tercera generación), hoy en buena parte adultos, de quienes estuvieron expuestos al DDT desde el comienzo de su aplicación y sobre todo en la década de 1950, están sufriendo efectos transgeneracionales de aquella exposición de sus ascendientes al DDT, en forma de una mayor propensión a enfermedades como la obesidad.
Skinner se muestra receloso ante la idea de que instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) respalden el uso del DDT para combatir a la malaria en naciones en vías de desarrollo. "Los efectos transgeneracionales potenciales del DDT deben ser tenidos en cuenta en todo análisis sobre sus riesgos y beneficios", recalca Skinner.
En la investigación también han trabajado Mohan Manikkam, Rebecca Tracey, Carlos Guerrero-Bosagna, Muksitul Haque y Eric E Nilsson.
Información adicional



