Artículo de Alfonso M. Corral, en ¡Cuánta Ciencia!, que recomendamos por su interés.
No hay más que fijarse en la cantidad de veces que Dios promete en la Biblia descendencia a cambio de fidelidad para darse cuenta que los problemas de fertilidad acompañan al ser humano desde hace por lo menos cuatro mil años. Un problema que se calcula que afecta actualmente al 10 por ciento de las parejas de todo el mundo.
A pesar de ser un problema tan antiguo, hasta mediados del siglo pasado la medicina no fue capaz de dar con algún tipo de solución. En los años 50, Robert Edwards realizaba en Edimburgo su tesis sobre la ovulación de los ratones cuando pensó si se podría llegar a producir la fecundación en una placa de laboratorio. ¿Podría eso solucionar los problemas reproductivos de las personas?
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