Antropología
La relevancia del acto de cocinar en la evolución del cerebro humano
“Más que la invención del fuego, lo que realmente nos hizo humanos fue aprender a utilizarlo para cocinar”. Con esta afirmación, la académica de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Suzana Herculano-Houzel, sorprendió a una audiencia que escuchó atenta su teoría sobre cómo la capacidad de cocinar desarrollada por los seres humanos hace unos dos millones de años, ha sido fundamental en la evolución de nuestro cerebro. Esto debido a que nos permite ingerir alimentos con más calorías en menor tiempo, lo que reduce la cantidad de horas que dedicábamos a alimentarnos y buscar comida.
En el marco del aniversario número 43 de la Facultad de Ciencias Biológicas, la científica brasileña visitó la Universidad Católica (Chile) para presentar la conferencia denominada: "The human brain in numbers: what the distribution of neurons in the human brain tells about human evolution". Esta fue sobre la base de un polémico artículo publicado en 2007 en la revista Proceeding of the National Academy of Sciencies (PNAS), de Estados Unidos, donde la experta invitada fue la autora principal.
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El acto de cocinar habría presentado un profundo efecto evolutivo, ya que aumentó la eficiencia alimentaria que permitió a los ancestros humanos pasar menos tiempo alimentándose, masticando y digiriendo. De esta forma dispuso de más tiempo de ocio para realizar actividades conductuales que habrían favorecido el despliegue de habilidades cognitivas y por ende del desarrollo de la corteza cerebral.
Herculano- Houzel es becaria de la Fundación James McDonnell, de la Fundación de Investigación del Estado y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Brasil. Además, ha publicado 22 libros y capítulos de libros y más de 200 columnas en diarios con temáticas relacionadas con la neurociencia de la vida cotidiana. (Fuente: UC/DICYT)