Zoología
Contar individuos de una población de aves mediante el ADN de plumas caídas
Usando métodos genéticos para contar águilas en peligro de extinción, un grupo de científicos ha mostrado que los métodos tradicionales pueden conducir a totales muy diferentes a los reales, lo cual puede influir negativamente en los proyectos de conservación encaminados a proteger a estas aves.
El genetista Andrew DeWoody de la Universidad Purdue, Jamie Ivy del Parque Zoológico de San Diego, y Todd Katzner de la Universidad de Virginia Occidental, instituciones estadounidenses todas ellas, descubrieron que en los recuentos visuales de águilas imperiales y de águilas marinas de cola blanca en una reserva natural de Kazajstán se subestimó notablemente la población del águila imperial de ese lugar.
Usando el ADN obtenido de plumas de águila recolectadas en la zona, los investigadores pudieron obtener la "huella dactilar" genética de cada ave.
Estos tres científicos, con la ayuda de Evgeny Bragin de la citada reserva natural, recopilaron miles de plumas de águila. El equipo de DeWoody en la Universidad Purdue consiguió extraer el ADN de las plumas y determinar que varios cientos de águilas habían visitado recientemente el sitio.
La técnica mostró que existían 414 águilas, más del triple de la cantidad deducida a partir tan sólo de las observaciones visuales, y más de dos veces y media superior a la que habían sugerido los modelos informáticos.
Tal como acota DeWoody, un biólogo no siempre puede ver a las águilas yendo y viniendo. Las águilas son difíciles de capturar, marcar y volver a ver. Los biólogos que trabajan haciendo observaciones de campo difícilmente pueden distinguir a un individuo de otro, mientras que los genetistas sí pueden distinguir claramente a los individuos que han visitado un sitio usando "huellas dactilares" genéticas.