Zoología
Un gusano, dos bocas posibles
La variante de boca ancha, la cual tiene un único y muy característico diente, es capaz de llevar a cabo ataques propios de un animal cazando a otro. La versión con boca angosta, en cambio, utiliza ésta principalmente para atrapar bacterias de manera pasiva, de un modo que recuerda a la táctica de las ballenas que nadan con la boca abierta, y filtrando el agua, de tal modo que, sin ellas perseguir activamente a ninguna presa, se va acumulando en su boca una cantidad suficiente del plancton que les sirve de alimento.
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A la izquierda, la variante de Pristionchus pacificus con boca estrecha, usada mayormente para "pastar" bacterias. A la derecha, la variante de Pristionchus pacificus con una boca ancha, ideal para que el gusano realice ataques propios de un depredador dando caza a una presa. (Fotos: Instituto Max Planck para la Biología del Desarrollo)
Lo más interesante de esta bifurcación tan notable en el desarrollo es sin duda que la elección entre una u otra de las dos variantes anatómicas que puede adoptar la larva del Pristionchus no es decidida por sus genes sino por el ambiente. Cuando los animales son sometidos a un hambre severa, o cuando demasiados gusanos crecen hasta superpoblar la caja de Petri (el dispositivo donde se suelen cultivar a estos organismos en el laboratorio), es en ese ambiente donde predomina el desarrollo de la variante con boca ancha, tal como han comprobado Sommer, Erik Ragsdale, Manuela Müller y Christian Rödelsperger.
El conmutador que es accionado hacia un "lado" o hacia "el otro" por las condiciones del entorno del gusano es un gen denominado eud-1.
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