Ingeniería
Sillas elevadoras, una opción a la que no se resisten ni los X Men
Así, ya sea porque has quedado a merced de una silla de ruedas tras el combate con un invasor o por otras razones menos exóticas, lo cierto es que las sillas elevadoras pueden echarnos una desdeñable ayuda. Además, factores como el envejecimiento de la población y el halagüeño dato de que residimos en el segundo país europeo con mayor esperanza de vida (españa) nos convierte en los principales postores de las sillas elevadoras y derivados. No en vano, en temas de longevidad sólo nos aventaja Italia, según se desprende del reciente Informe Panorama de Salud 2013, así que España se ha erigido en un Edén donde envejecer. Sin embargo, nadie nos libra de lidiar con los achaques de la movilidad. Por lo tanto, la situación económica será adversa, pero nuestra salud no corre pareja a estos malos números.
¿Cómo es una silla salvaescaleras? Pues a aquellos que todavía guarden en la retina los mortales derrapes hasta el cielo de la anciana de la película de los Gremlins (1984) encaramada a su silla elevadora, les informamos de que no hay nada más seguro y placentero que los viajes que nos marquemos a la planta superior de nuestra vivienda a bordo de una silla elevadora que dispone de cinturón de seguridad, un reposapiés y un reposabrazos desde donde se controla el itinerario de la silla. Todo ello suele ser plegable a fin de no entorpecer el paso cuando no se está usando.Aunque seguramente Xavier, dada su condición de mutante con increíbles poderes mentales, obviaría el mando y recurriría a su mente para desplazarse con la silla, la mayoría tendríamos que rendirnos al uso de los botones.
Además, no es relevante que tu escalera se asemeje a una enrevesada autopista con unas cuantas vueltas, pues para su instalación se estudia el diseño de la escalera y sus características de modo que raro será el caso en el que los facultativos de las sillas elevadoras meneen la cabeza y te suelten un compungido “no hay nada que hacer”. No, eso no sucederá porque resulta indiferente si ésta es recta, curva o una escalera de caracol, pues seguro que acaban encontrándole su media naranja con un raíl que se ajuste a la “personalidad” de tu escalera y a tus gustos, pues se puede escoger el color de ese conducto que serpenteará por los escalones.
Para colmo, el invento está tan perfeccionado que en caso de atasco en la vía, la silla elevadora incorpora unos sensores que permiten detectar los obstáculos y, en esos casos, la silla se detendrá.
Como último apunte para los que barajen adquirir una silla elevadora, hablaremos de la importancia de que la empresa instaladora sea un distribuidor autorizado del producto que nos están vendiendo. Esto no es baladí porque, de lo contrario, la compañía no nos podrá proveer de piezas de recambio en caso de necesitarlas, ni nos podrá prestar el servicio técnico adecuado. Para hacer acopio de información y no errar en la búsqueda de sillas elevadoras, recomendamos visitar blogs versados en la materia como el que enlazamos.
Seguro que nuestro Charles Xavier particular ya está echándole un vistazo para evitar, de este modo, batacazos en la elección. Desde luego, resulta evidente que dicho personaje posee una mente privilegiada pues sabe de sobra que la información es poder.


