Microbiología
El moho del lodo, ¿a medio camino entre criatura unicelular y pluricelular?
El moho del lodo, un organismo unicelular que puede volverse multicelular bajo presiones medioambientales que amenacen su supervivencia, tiene, según un nuevo hallazgo, una estructura de tejido que hasta ahora sólo se conocía en animales más sofisticados. Además, dos proteínas que necesita el moho del lodo para formar esta estructura son similares a las que realizan la misma función en animales más complejos.
El moho del lodo pasa la mayor parte de su vida como organismo unicelular, viviendo en el suelo y alimentándose de las bacterias.
Sin embargo, cuando la comida escasea, miles de células de este moho se reúnen formando entre todas una especie de montículo.
Entonces desarrollan conjuntamente un cuerpo fructificante, parecido a un tallo, que mide pocos milímetros de altura, cuya cima se asoma sobre la superficie de la tierra y contiene esporas.Daniel Dickinson, W. James Nelson y William Weis, todos de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, han constatado que la organización y direccionalidad de las células en esta parte superior del montículo son sorprendentemente similares a las de las células epiteliales de algunos órganos de animales superiores.
Los investigadores también han descubierto que, a fin de que las células en la parte superior del montículo del moho del lodo se organicen en un epitelio, necesitan análogos de dos de las muchas proteínas necesarias en las células animales para formar un epitelio.
Estos análogos del moho son similares genética y bioquímicamente a sus versiones animales.
Además, el tejido de epitelio del moho se comporta del mismo modo que el tejido epitelial de algunos animales.