Zoología
Los enigmas de las agresiones entre lémures
Un estudio sobre las agresiones entre lémures, basado en 35 años de observaciones sistemáticas en el Centro de Lémures de la Universidad Duke, revela que las crías nacidas de hembras veteranas son menos propensas a ser heridas que las crías nacidas de hembras muy jóvenes.
Las autoras del estudio, Christine M. Drea, de la Universidad Duke en Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos, y Marie J. E. Charpentier, de la misma universidad así como del Centro de Ecología Funcional y Evolutiva de Montpellier, en Francia, basan sus conclusiones en un análisis detallado de los historiales veterinarios de más de 200 lémures de la especie Lemur catta, primates del tamaño de un gato y con colas largas, que fueron vigilados a diario desde la infancia hasta la adultez, por un periodo de más de 35 años, en el Centro de Lémures de la Universidad Duke.
De las 237 crías de lémur nacidas entre 1971 y 2006 en el Centro de Lémures de la Universidad Duke y de los que se hizo un seguimiento, 15 fueron mordidas antes de cumplir su primer año de vida, y fallecieron por las heridas.
Las investigadoras examinaron los posibles factores de riesgo capaces de propiciar la muerte violenta de crías de lémur, y se tuvieron en cuenta variables tales como sexo, peso, diversidad genética, tamaño del grupo y si el lémur tuvo o no un hermano gemelo.
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De todos estos factores estudiados, el que mostró tener la influencia más clara en la incidencia de ataques a las crías, y en la tasa de supervivencia, fue la edad de la madre.
Las crías que se libraron de las heridas habían nacido de madres dos años mayores en promedio que las madres de las crías que habían sido mordidas de forma severa. Los resultados se mantuvieron incluso cuando esas madres de más edad eran madres primerizas.
La explicación más probable para esto es que las madres mayores tienen una mejor capacidad defensiva frente a atacantes y al proteger a sus crías durante las luchas. Pero hay que investigar más para aclarar las causas exactas.
En algunas especies animales, los machos son conocidos por atacar y matar a las crías para que las madres que las cuidaban vuelvan a estar disponibles para el apareamiento. Pero es muy poco probable que este mecanismo opere entre los lémures de la especie Lemur catta ya que estos animales sólo se aparean una vez por temporada. Incluso si una hembra ve truncada prematuramente su labor maternal de cuidadora de su cría, por la muerte de ésta, ella no estará lista para reproducirse hasta la siguiente temporada.
Otros investigadores encontraron heridas en crías que en el momento del ataque estaban aferradas a sus madres, en lugar de haber escapado del escenario de la agresión. Esto sugiere que la madre y no el bebé pudo ser el objetivo del atacante. En tal caso, las heridas en las crías serían un "daño colateral" de los enfrentamientos entre adultos.
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