Ecología
Mapas urbanos del despilfarro de calefacción
Ahorrar calefacción es una forma de consumir menos energía, lo que nos ahorra dinero y contribuye además a un mundo más sostenible energéticamente. El enfoque ideal no es tanto el reducir la temperatura ambiente por debajo de aquella que es nuestra favorita, sino más bien aislar mejor la vivienda o edificio. Reforzar los puntos débiles por los que el calor escapa al exterior puede ser, por tanto, un modo barato de ahorrar calefacción sin tener que reducir la temperatura reinante en la vivienda y perder confort por culpa de ello. Sin embargo, el problema que suele presentarse a la hora de querer mejorar el aislamiento térmico de una vivienda o edificio es el de saber por dónde y en qué grado se pierde calor.
Hay métodos profesionales para averiguarlo. Pero realizar una auditoría convencional de energía en una vivienda o un recinto comercial puede ser un proceso laborioso y consumir bastante tiempo. Y también es un método "invasivo" pues requiere revisar el sitio entero por dentro.
Afortunadamente, un método sin todos esos inconvenientes puede que esté ya a la vuelta de la esquina, gracias a que el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) ha desarrollado nuevas técnicas que han aligerado el proceso, permitiendo examinar grandes grupos de edificios, e incluso ciudades enteras, sin necesidad de revisar meticulosamente los edificios y viviendas por dentro.
En el proyecto se trabaja con un vehículo provisto de cámaras automatizadas que toman imágenes térmicas infrarrojas de cada edificio junto al que pasa, de manera similar a la empleada por los vehículos de Google Street View para obtener las imágenes en luz normal.
Long Phan, Jonathan Jesneck y Sanjay Sarma desarrollaron el sistema, el cual ya ha sido empleado por ellos durante los últimos meses para examinar toda la ciudad de Cambridge y una base del ejército estadounidense (Fort Drum, en Nueva York). El equipo de científicos ha presentado ahora un resumen de su trabajo.
La idea consiste en identificar con rapidez los edificios que son muy ineficientes energéticamente. Esa identificación se logra mediante la detección del calor que se escapa a través de las paredes, tejados, puertas y ventanas, de modo que permita una comparación detallada y cuantitativa de la tasas de pérdida de calor. Eso hará posible concentrar los esfuerzos en los edificios que más despilfarren, logrando así las mejores oportunidades de ahorro energético.