Artículo, de Psy’n'thesis, blog del doctor en psicología Antonio Crego, que recomendamos por su interés.
Tanto si se trata de sus formas subclínicas y menos intensas, como si hablamos de un diagnóstico declarado de fobia específica dental, el temor a visitar al dentista puede deparar graves efectos para la salud. La lógica es la de un círculo vicioso.
El miedo a los tratamientos dentales se asocia a un menor uso de los servicios odontológicos, por ejemplo cuando se necesita tratamiento para afecciones leves o simplemente cuando se trata de asistir a revisiones periódicas, lo que provoca que una patología bucodental incipiente empeore y pueda dar lugar a problemas orales más severos en no pocas ocasiones. Éstos, por lo general, llevan consigo la aparición de síntomas más intensos. Y, siguiendo la cadena, tales síntomas inducen en el paciente la expectativa de que será necesario un tratamiento más profundo, provocando un aumento en el miedo a acudir a la consulta del dentista.
El artículo, de Psy’n'thesis, blog de Antonio Crego, doctor en psicología, se puede leer
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