Entomología
Más diferencias anatómicas de lo creído entre reina y obreras en las hormigas
Los insectos que viven en sociedades son criaturas intrigantes, ya que, entre otras cosas llamativas, muestran una notable interacción entre su morfología (forma y tamaño) y su comportamiento. A pesar de compartir un conjunto de genes similares, entre cada clase de individuos dentro de una misma colonia hay grandes diferencias de conducta, y a menudo también de tamaño y forma. Eso ocurre en las colonias de avispas y abejas, pero tiene quizás su máximo exponente en las hormigas, y sobre todo en las espectaculares diferencias existentes entre una reina y una obrera.
Roberto A. Keller examinó en detalle el tórax de buena parte de las subfamilias de hormigas, tanto las existentes como las extintas. El tórax es una parte del cuerpo del insecto que contiene segmentos de donde surgen las alas y las patas. Keller observó que en las hormigas obreras el segmento torácico que está más cerca de su cabeza está muy agrandado y lleno de fuertes músculos del cuello. Estos músculos impulsan los movimientos de la cabeza, la cual incluye las mandíbulas que las hormigas usan para aferrar y manipular objetos. Un cuello fuerte pero aún así flexible proporciona a la hormiga obrera la capacidad de usar su cabeza para transportar objetos muchas veces mayores que el peso de ella. Por otro lado, las reinas, con alas, carecen de una musculatura tan fuerte en el cuello y, en consecuencia, tienen el segmento reducido.
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En la imagen, una hormiga tenaz y ambiciosa lleva un pedazo grande de brizna de hierba hacia su hormiguero. Las hormigas obreras tienen una poderosa musculatura para el cuello que les permite levantar entre sus mandíbulas y transportar objetos de muchas veces el peso de ellas. Bastantes reinas, pese a su gran similitud genética con las obreras, carecen de esta adaptación.) (Foto: Alex Wild, http://www.alexanderwild.com)
Los investigadores observaron además dos tipos distintos de tórax en las hormigas reinas, los cuales están asociados a la distinta estrategia usada por cada clase de reina para crear nuevas colonias. (La creación de nuevas colonias se hace, en su mayor parte, sin la ayuda de las obreras).
En otras especies, la reina pasa por una etapa muy similar al estilo de vida de una obrera y sale a cazar el alimento para alimentar a su nueva colonia hasta que hay una suficiente cantidad de obreras que puedan hacerse cargo de esa tarea. Estas reinas tienen ambos segmentos, el de la musculatura de las alas, y el de la musculatura del cuello, de tamaños intermedios, siendo el segmento del cuello más parecido al que se observa en las obreras.
Este análisis de la morfología demuestra, en definitiva, que las hormigas obreras son mucho más que meras versiones, más pequeñas y sin alas, de hormiga reina, y que las reinas que comienzan las colonias sin la ayuda de las obreras cuentan con los rasgos anatómicos adecuados para cada estrategia de fundación de colonias.
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