Una inspección especial y detallada del firmamento ha permitido descubrir varios planetas con una masa parecida a la de Júpiter flotando aislados en la oscuridad del espacio interestelar, aparentemente sin estar en órbita a ninguna estrella.
Según los científicos, es muy probable que estos mundos solitarios hayan sido expulsados de los sistemas planetarios en proceso de formación en los cuales se forjaron. Todo hace suponer que los planetas detectados son sólo la punta del iceberg de una población galáctica muchísimo mayor.
Esa inspección es una de las realizadas en un programa a cargo de astrónomos de Japón y Nueva Zelanda conocido como MOA, y que tiene como uno de sus objetivos rastrear la zona central de nuestra galaxia, la Vía Láctea, cada año.
Usando datos reunidos entre 2006 y 2007, estos investigadores han hallado 10 planetas independientes, cada uno de ellos con aproximadamente la masa de Júpiter.
Algunas veces llamados "planetas huérfanos", estos planetas sin estrella han sido un tema tocado por la ciencia-ficción, y algunas teorías científicas han contemplado su existencia, pero sólo ahora ésta ha dejado de ser una mera conjetura para convertirse en un hecho.
Lo descubierto en esta investigación no sólo demuestra que los planetas sin estrella existen, sino que además sugiere que son muy comunes.
El equipo de Takahiro Sumi (Universidad de Osaka en Japón) y David Bennett (Universidad de Notre Dame en South Bend, Indiana, Estados Unidos) cree que por cada estrella en nuestra galaxia hay dos planetas solitarios con masas como la de Júpiter, y posiblemente incluso un número aún más alto de planetas solitarios con masas como la de la Tierra, teniendo en cuenta que las técnicas utilizadas hasta el momento no son capaces de detectar planetas con masa tan pequeña. Los planetas de menor masa detectables tienen la de Saturno.
Según algunas teorías, los planetas de masa parecida a la de la Tierra son expulsados de su sistema solar más a menudo que los de masa similar a la de Júpiter, lo cual también debe contribuir a una mayor abundancia de los planetas huérfanos de la primera clase con respecto a los de la segunda.
Asumiendo las previsiones de varios modelos sobre el número de estrellas existentes en nuestra galaxia, esta población de planetas independientes con masa parecida a la de Júpiter es en la Vía Láctea casi del doble de la de estrellas. Y la cifra global de planetas huérfanos de todas las masas puede ser aún mayor que esa de los de masa comparable a la de Júpiter. Si además se tiene en cuenta que el ritmo de expulsiones de planetas parece ser bastante rápido, la conclusión final es que puede haber tantos planetas sin estrella como planetas en órbita a estrellas. Si, tal como parece, esto es así, nuestra galaxia debe albergar cientos de miles de millones de planetas solitarios.