Artículo, del blog Astrofísica y Física, que recomendamos por su interés.
Marte no posee una atmósfera gruesa (la presión superficial es inferior al 1 por ciento de la que impera al nivel del mar en la Tierra). Aunque se compone casi en su totalidad de dióxido de carbono, una capa atmosférica tan fina sólo aporta un efecto invernadero deplorable, de ahí que en Marte haga mucho frío.
Las condiciones del planeta impiden que en su superficie pueda existir agua líquida. El hielo que se derrite bajo la influencia solar, se convierte directamente en vapor, sin fluir primero en estado líquido.
Pero las perspectivas de un Marte húmedo en el pasado son muy prometedoras.
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