Contaminación
Plástico dentro de células
La mayoría de los estudios sobre la capacidad de las micropartículas de plástico para infiltrarse en los tejidos vivos se han realizado con partículas de plástico puras e impolutas, que no representan fielmente a las partículas esparcidas por el medio ambiente.
Para investigar cómo la exposición al medio ambiente afecta a la facilidad con que las micropartículas de plástico pueden ser asimiladas por las células, el equipo de Anja Ramsperger, de la Universidad de Bayreuth en Alemania, incubó partículas plásticas esféricas en agua dulce de un estanque artificial; en agua salada de un acuario; o en agua estéril y ultrapura, durante períodos de entre dos y cuatro semanas.
Luego Ramsperger y sus colegas expusieron las partículas a células de ratón en las cuales la actina había sido marcada con fluorescencia. La actina es una parte del citoesqueleto que participa en la asimilación de partículas.
Esa exposición duró en total unas 3 horas.
El singular etiquetado permitió la fácil identificación de las partículas plenamente asimiladas, que estaban completamente rodeadas por la actina brillante.
Los autores del estudio observaron que las micropartículas de plástico expuestas al ambiente de agua dulce o al del agua salada tenían unas 10 veces más probabilidades que las partículas impolutas de ser absorbidas por las células de los ratones, debido a una corteza de microorganismos y biomoléculas que se forma en la superficie de las partículas. Los análisis indican que esta corteza actúa como un "caballo de Troya" biomolecular, llevando a las membranas celulares a engullir los fragmentos de plástico y llevarlos al interior de la célula. Desde allí, las partículas pueden infiltrarse en el sistema circulatorio y en los tejidos de un organismo, desencadenando inflamaciones.
Por otra parte, las micropartículas de plástico del agua salada no difirieron mucho de las del agua dulce en cuanto a las probabilidades de asimilación por las células.
Parte de una bolsa de plástico. (Foto: Amazings / NCYT)
Los resultados de esta investigación sugieren en definitiva que las micropartículas de plástico desgastado y sucio, como el acumulado en la famosa Gran Mancha de Basura del Pacífico, pueden suponer un riesgo mucho mayor para la salud de los organismos que las partículas de plástico prístinas.
La Gran Mancha de Basura del Pacífico es un lugar en el que, por un curioso efecto de las corrientes marinas, se concentran muchos restos flotantes, hasta tal punto que a esta concentración de basura flotante, rica en plástico, cada vez se la menciona más como “isla” y menos como “mancha”. (Fuente: NCYT de Amazings)
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